En la ropa de mi tierra
se ha plisado una arruga tersa
que aprieta almas.
¡Ay, días de pan bajo el olivo!
¿para cuándo la amnesia?
¿para cuándo el relax, y el estío?
Las lindes se llenan de orgullo
y los colores son definitorios
de orillas;
las manos de vivo negro
lamentan vueltas al ruedo;
y un esquinado olor a castaña
anega las tallas encogidas.
Ay, la unidad,
¿dónde ha ido el grito?
Queda,
más rotundo que nunca,
el 1.
1 Dímelo...:
"Es la amnesia necesaria la que nunca acude a la llamada. Se vuelcan, burlones, en su lugar, los recuerdos..."
Gracias por tus textos.
Un abrazo.
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