Te espero,
y llueve mientras espero,
y esperándote
desespero.
Del árbol de mi vida
urgen como poemas
los secretos de nuestra calle.
Y recién amanecida
comienza mi conciencia
y tu conciencia
a privarse del tiempo;
como el sol inventando sombras
en la austera región
de nuestro corazón.
Callando latidos
todos los muros se caen,
Acuden a nosotros
mientras volando solitario
un suspiro apetece
el pan en trozos de la tarde.
Al final quisiera arribar
a algún puerto,
sin maletas ni pasado,
solo coraje.
Aunque
mas no encuentre que tus labios,
tu cara, tus dedos,
la vehemencia de los pájaros.
Ni por casualidad
los vestigios de tu piel,
ni tus dulces miradas
enamoradas.
Olvidarme de que soy,
-sólo por ahora-
un poema...
y llueve mientras espero,
y esperándote
desespero.
Del árbol de mi vida
urgen como poemas
los secretos de nuestra calle.
Y recién amanecida
comienza mi conciencia
y tu conciencia
a privarse del tiempo;
como el sol inventando sombras
en la austera región
de nuestro corazón.
Callando latidos
todos los muros se caen,
Acuden a nosotros
mientras volando solitario
un suspiro apetece
el pan en trozos de la tarde.
Al final quisiera arribar
a algún puerto,
sin maletas ni pasado,
solo coraje.
Aunque
mas no encuentre que tus labios,
tu cara, tus dedos,
la vehemencia de los pájaros.
Ni por casualidad
los vestigios de tu piel,
ni tus dulces miradas
enamoradas.
Olvidarme de que soy,
-sólo por ahora-
un poema...
Duna
27-03-2009
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