He celebrado todas las fiestas a tu nombre:
bacanales eternas, carnavales con disfraces,
Navidades a deshora, un aniversario,
y desnudos construidos con mi sangre.
He atribuido todos los poderes,
todas las glorias a tus letras:
la omnipotencia sobre mis versos,
sobre mi pensamiento obnubilado;
y sobre mis poemas locos
también han mandado.
Te he otorgado la omnipresencia,
en tiempo presente y pasado.
Ya es hora de celebrarlo todo,
todo,
todo lo no logrado.
Ya toca hacer corpóreo el milagro.
Volarlo todo,
ejecutar el viejo embrujo
ejecutar el viejo embrujo
y regresar el deseo antepasado.
Duna.