Sí pudiera decirte el nombre
de aquellos que me acompañan
en estos momentos invivibles,
e impronunciables
ya sabría algo.
Sí pudiera aplicar otra vara
de guía que no fuese la del rosal,
o la del ancestro con el retoño,
ya tendría apoyo;
Sí pudiera, al menos, respirar,
entonces,
entonces ya tendría vida
aunque nunca sin el sonido,
sin los colores,
sin los reflejos
de tu esencia
Duna