Hasta verlo nacer sin más temores,
me entrego a la pasión de nuestro reto
absorta en reclutar a mis favores
tu amor, que yo ambiciono aquí en secreto.
Me muestro con prudencia y con respeto.
¿Acaso no percibes los sudores
en los que por amarte yo me meto,
nombrándote el sultán de mis amores?
No es fácil proclamar que esto me gusta.
Al público silencio me encadeno.
Mas debo confesar que no me asusta
la idea de romper todo mi freno,
y en brazos de tu amor no me disgusta
amar a plenitud con desenfreno.
Duna
24-02-2010