Con mis sueños heridos
con estrellas en mi alma,
con los ojos azoraditos
en las noches blancas
-a media luz-,
y en el último vestigio de piel
temblando los dos.
Dulces palabras
que ansío escuchar
-siempre-
desde hace tiempo
rompieron madrugadas.
La noche continúa
pero la paciencia duele
e instiga al amor manso,
en los ojos del tiempo.
Mi caricia resbala en ese instante
y se deposita cual pájaro
en las mañanas;
y sobre todo aún amarte,
amarte
hasta agotar el verbo en su esencia
y morir por siempre
nombrándote en silencio,
-navegándote-
Sobre y bajo
sábanas de quinientos hilos,
sábanas de seda,
mi cauce se abre
en su esplendor;
y su silencio
impaciente te espera,
te espera y te llama,
escurriéndose
te llama..
Duna
13abril-2009
con estrellas en mi alma,
con los ojos azoraditos
en las noches blancas
-a media luz-,
y en el último vestigio de piel
temblando los dos.
Dulces palabras
que ansío escuchar
-siempre-
desde hace tiempo
rompieron madrugadas.
La noche continúa
pero la paciencia duele
e instiga al amor manso,
en los ojos del tiempo.
Mi caricia resbala en ese instante
y se deposita cual pájaro
en las mañanas;
y sobre todo aún amarte,
amarte
hasta agotar el verbo en su esencia
y morir por siempre
nombrándote en silencio,
-navegándote-
Sobre y bajo
sábanas de quinientos hilos,
sábanas de seda,
mi cauce se abre
en su esplendor;
y su silencio
impaciente te espera,
te espera y te llama,
escurriéndose
te llama..
Duna
13abril-2009