El sonido de caoba
se acuerpa en mi piel hecha silencio
mientras me arropan las notas bajas
de sus dedos;
se van,
se van los sueños
en busca del horizonte y el deseo
el mío fue a buscarlo a él.
Lo tomó en sus manos
y lo hizo eterno...
¡Qué terco el jazz de tu recuerdo...!
Duna
3 Dímelo...:
¡...Y qué bonito es ese jazz en tus versos.
Besos.
más bien r n roll
Aparte de la belleza me encanta la brevedad de tus versos, Duna. Respecto a la imagen es impresionante: un violonchelo bien cuidado y limpio junto a un cuerpo femenino blanco. Adoro ambas cosas. La mujer no bronceada y delgada, al estilo de la época barroca y el cello, un instrumento que adoro. El poema remata la belleza del conjunto. Siempre tuyo: JAIME BROTONS BARCON.
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