Después de ti
un viento destemplado
y ladridos humanos
detuvieron el atroz galope.
Todo quietud
frente a una ventana tapiada de duelo
el adentro crece
queriendo, o sin querer;
y es entonces
cuando los recuerdos se duermen
entre las hojas de un poemario
y se acurrucan al calor
de un olvido
que siempre está por nacer.
Duna
3 Dímelo...:
No puedo evitar sentir alegría-emoción, cuando mi correo me avisa que este blog tiene una nueva entrada.
Gracias… Siempre voy a agradecerte que nos regales tu arte.
como fue que me perdí de seguirte? imperdonable error, pero bueno, aquí estoy subsanándolo.
Almudena. Tu libro, «Bies de la vida» siempre está conmigo…
Usted primero, siempre usted, mi gran poeta. Primero.
Un abrazo querida amiga mía.
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